La aproximación al punto de salida fue más cómoda este año que en ediciones anteriores, la subida fue plácida y todos los snowboardfreaks! solventaron la papeleta con buena nota. Mención especial para Hunu que en aquellos momentos, pese a estar mermado de salud, se mostró todo lo orgulloso que se le exige a un snowboardfreak! que se precie y se presentó a buen ritmo a la línea de salida.
Camino a la gloria
Para los recién llegados os recuerdo las normas del descenso:
1.- Bajar.
2.- Pero ojo, por parejas.
3.- Las parejas pueden ser mixtas, en caso contrario no se permite que los integrantes de la pareja sean de la misma disciplina a no ser que hagan ski o telemark. (o sea, que los surferos no van juntos!)
4.- Contará la media del tiempo de los dos integrantes.
5.- No pierdas a tu compañero de vista, cuida de él.
Basándose en la norma 3 la organización decidió juntar a nuestros héroes como le dio la gana.
Y aquí es donde me pongo rabioso.
OH DIOS! Por qué eres tan injusto conmigo?!? Acaso no he sacrificado una virgen durante los solsticios de invierno de los últimos 4 años? vale, vale, no eran vírgenes, pero es que tal y como están los tiempos cualquiera encuentra una que se deje.Ejem.
Sí! Vale! Perdí! Yo no tengo la culpa de que mi compañero no se atreviera a bajar y tuviera que esperarlo todo el rato!
OH DIOS! Acaso no he seguido tus enseñanzas y me he flagelado por todos los pecados que comete la humanidad?Ejem.
Que sí, que las excusas pueden ser muchas y lo que cuenta es que tardé 12 minutos en bajar.
OH DIOS! Por favor, que nunca se publiquen los tiempos finales. Verme al final de la tabla fue tan humillante. Ni Job sufrió tanto como yo aquel día!Bueno, basta!
Aquí se demuestra que no es fácil hacer fotos con guantes de nieve.
Para mi desgracia, tras esta debacle, la noticia se propagó rapidamente y corrió de uno a otro confin. Debo agradecer a todos los que supieron sufrir conmigo tamaña injusticia.
Así quedó Batman cuando se enteró
El infierno se aproximaba, los polos se derretían y la tierra tembló. Como señal de duelo el cielo lloró y tuvimos que salir pitando para resguardarnos de la lluvia.
Una tacita de caldo con un poquito de coñac sirvió para recomponer el espíritu y en cuanto amainó, los valientes aún pudimos realizar un par de bajadas fuerapistas que ayudaron a levantar el ánimo.
Para acabar el día, bajamos a Sort y nos pusimos hasta el culo de secallona y galletas.
Ay qué rica la secallona!
No os perdáis el último capítulo de esta odisea:
Chete's Redemption!!!