Como hacer un saltito para chanar en medio de una pista con la lamentable técnica del plis-plas

Primero hay que escoger una buena pendiente.

Definición de buena pendiente: suficientemente inclinada como para acelerar correctamente, pero no lo suficiente para arrancarnos gritos de pavor a los que observaremos toda la operación de salto. Hay que ser comedidos, amigos.


Nuestra modelo Borjamari ilustra con elegáncia el hallar lo que llamamos una buena pendiente en esta inigualable instantánea. Además, la pendiente gozaba de la particularidad de que debajo de donde proyectamos hacer el salto habia un lecho de nieve virgen, así que el "pooooofff" al caer era mucho más agradecido y espectacular (retén esto en tu mente freak: romperse una costilla de nada sirve si no se salpica suficiente nieve).

Luego escoges a N-1 amigos, donde N es el número total de personas del grupo. Les das una pala, y les gritas "¡a currar, mandriles!". Por supuesto que puedes tener alguna que otra queja al respecto de quien hace todo el trabajo, pero recuerda que cualquier gerente de empresa cobra más que un empleaducho, y no es porque séa un inútil, vago e ignorante que se preocupa únicamente de escurrir el bulto y pasarles los marrones a sus subordinados, es porque echa las culpas a los demás mejor que nádie. Haz de gerente y escúpeles al rostro, se sentirán inmediatamente motivados y trabajarán con alegría.

No, no te sorprendas así, el trabajar es lo que tiene, pero no estamos haciendo un curso de "desenganchate de Internet y busca un trabajo sério", así que estate al caso y cíñete al asunto. Cuando hayas encontrado la pendiente y repartido el duro trabajo, haz que tus sicários (tu sigue llamandoles "amigos" de momento por si acaso) dispongan las tablas de snow en forma de U, o sea, tal que así:


Asegúrate de que se las han descalzado antes de ponerlas en la pista, ya que si no te encontrarás con un número indeterminado de idiotas tumbados en la pendiente que como mucho harán "angelitos"*. Y esa es una técnica demasiado básica. Hasta para un snowboarderfreak que se desprecie lo suficiente.Además, llegado el caso seguramente te sentirás irremediablemente inducido a agarrar la pala con tus própias manos y sepultarlos en nieve para luego pasar saltando y haciendo figuras sobre ellos. Pero débes recordar la primera ley de la gerencia: tus empleados dében trabajar por ti. Si no consigues que se auto-sepulten, vuelve a comenzar, o cámbia de sicários. Cuando formes correctamente la U con las tablas ( a eso del décimo intento, suponemos nosotros) habrá que empezar a rellenarla con nieve de alrededor. Sortéa la pala a un sicário, y los demás que se lo curren con la técnica del plis-plas.

La técnica básica del plis-plas se basa en lo siguiente: agarras un puñado de nieve con las manos, lo depositas entre las tablas, y lo chafas con las palmas haciendo plis-plas. Hay que repetir esta operación hasta que se congelen los dedos y se cangrenen, dado que un salto NUNCA, y repito NUNCA parece lo suficientemente alto hasta que saltas por primera vez. Por lo tanto, ya sabéis lo que dicen las abuelas: más vale que sobre que no que falte. Cuando estéis aplastando la nieve con muñones ensangrentados habrá llegado la hora de dejar de aumentar el salto.


Este salto tiene una pinta estupenda, ¿verdad? Por si no lo sabéis, yo soy el de amarillo. Lo malo de emplear esta técnica es que dejas de poder hacer grabs con la tabla.

Bueno, os dejo un video del plis-plas para el que no lo haya pillado. Ver video nada interesante.

*Técnica del angelito: dícese de la técnica básica del esquiador de primer día. Se agarra un esquiador completamente novato y se lo lanza por una pista tan inclinada como la crueldad própia de cada cual permita, preferentemente hacia un margen generosamente innivado. El esquiador novato reparará entonces en la inevitable necesidad de frenar más allá de la de mantenerse en pié, y se pondrá a berrear escandalizado palabras tan desafortunadas como "hijoputaaaaaaaa" o "mamonaaaazoooooo". Tras el "poof" que lo habrá, si no ha sido en colisión directa contra cualquier otro esquiador, nuestro esquiador de primer día sentirá además del dolor una agradable sensación de "he sobrevivido", y todo lo más que se dedicará a hacer durante el dia será subir y bajar los brazos en cruz creando las populares figuras conocidas como "angelitos".